Ya está aquí. Ya llegó. Sin hacer reverencias y sin cara de inocencia... Es el "El Gobio".

Si notas que tus maneras son ahora más secas y despectivas, si notas que tus modales han cambiado a peor y rozan la estupidez y la mala educación, si te has dado cuenta de que tus respuestas son cada vez más cortantes e hirientes, si tu actitud se ha vuelto aún más pasiva-agresiva (sobre todo agresiva)... no hay duda. Estas poseid@ por "El Gobio".

Nadie puede escapar a "El Gobio". Nadie puede acabar con "El Gobio".

"¡Las drogas blandas lo mitigan!" dicen unos; "¡el alcohol ayuda a dominarlo!" dicen otros. Mentira, todo mentira. Ni la meditación trascendental, ni la auto-sugestión, ni las técnicas de relajación Zen consiguen dominar a "El Gobio". Ni siquiera la violencia física.

"El Gobio" te acecha. "El Gobio" viene a por ti.

Te robará el sueño. Te quitará el hambre. Irritará tus intestinos. Acelerará tu corazón y oprimirá tu garganta. "El Gobio" destruirá tu bienestar físico y tu paz espiritual.

"El Gobio" nunca muere. "El Gobio" es ladino y esquivo.

Se alimenta de tus sueños y esperanzas. Se nutre de tus miedos e inseguridades. Una vez que aparece, queda acantonado por siempre en el corazón de las personas... acechando, esperando cualquier oportunidad para atacar, aprovechando cualquier momento de debilidad. Nunca te fíes de "El Gobio".

"El Gobio" te arrebatará el perfume. "El Gobio" se adueñará de tu alma.

No distingue entre buenos y malos. No le importan edad, sexo o religión. No tiene piedad ni clemencia. Gusta de pasarse de unos a otros, contagiándose, expandiéndose... Así se hace más fuerte. Así es como más disfruta "El Gobio".

"El Gobio". Próximamente en los mejores cines.

No recomendada para menores de 18 años.