El gran día se acerca. El jueves, si los Dioses de Kobol así lo quieren, cumpliré uno de los sueños de mi infancia: ¡ir a un concierto de Madonna!


Joer, estoy que me muero de ganas. Y mira que de sus últimos trabajos no he escuchado prácticamente nada porque me parecieron bastante maluchos... pero Madonna es mucha Madonna. Y si hay algo por lo que Madonna destaca especialmente, es por montar unos espectaculos brutales (MTV VMA's 2003, por ejemplo). O al menos eso espero, que a algún sitio debe de ir a parar el pastón que cuestan las entradas ¿no? Aunque lo que realmente me ha parecido excesivo y un robo a mano armada en toda regla son los 11 euracos que cobran a modo de gastos de distribución. Si compras la entrada por Internet y vas a recogerla tú... ¿Qué mierda de gastos de distribución hay? ¿El papel especial y la impresora mágica? Por 11 euros pongo yo el toner... Qué digo, por 11 euros debería venir un tío a entregármela personalmente a mi casa. Y traerme el pan de gambas de regalo, vaya.

En fin, que he estado echando un vistazo a las canciones que va a tocar y debo admitir que me han decepcionado un pelín. No solo por la cantidad de temas del último disco que no conozco (cosa normal, dado que es el disco que está promocionando y que casi no lo he escuchado), sino por alguna que otra mutilación de clásicos (¿por qué hay rumanos en La Isla Bonita?) y la ausencia de otras canciones que para mí resultan imprescindibles... Con True Blue, mi favorita forever and ever, prácticamente no tenía esperanzas (nunca la canta, dice que le recuerda demasiado a Sean Penn) y de Secret solo nos acordamos Tommy de Houston y yo, pero un Material Girl o un Papa Don't Preach no hubieran estado mal. Vale que debe estar hasta los ovarios de ellas, pero, reconozcámoslo, todos queremos escucharle el Like A Virgin. Al menos toca Evita y Vogue, y ha cambiado Hung Up por Frozen, cosa que es de agradecer.


Y como va siendo ya habitual, y aunque Juancho se me haya adelantado (que él es siempre mu adelantado) voy a poner el más que probable setlist del concierto, por si queda algún vaguno rezagado. También dejo el enlace de los videos del Youtube, que ni tengo tiempo ni me apetece embedearlos:

(solo hay unos poco enlaces porque no se que le ha pasado a Youtube que ha dejado de furular.)

Madonna - Sticky & Sweet Tour

01.- The Sweet Machine.
02.- Candy Shop.
03.- Beat Goes On.
04.- Human Nature.
05.- Vogue.
06.- Die Another Day (Interlude).
07.- Into The Groove.
08.- Holiday.
09.- Dress You Up.
10.- She's Not Me.
11.- Music.
12.- Devil Wouldn't Recognize You.
13.- Spanish Lesson.
14.- Miles Away.
15.- La Isla Bonita.
16.- Doli Doli.
17.- You Must Love Me.
18.- Get Stupid (Interlude).
19.- 4 Minutes.
20.- Like A Prayer.
21.- Frozen.
22.- Ray Of Light.
23.- Give It 2 Me.

Y es que tanta es la emoción que hemos decidido bautizar esta subida a Madrid como el Fin De Semana Madonniano Niano Niano. En un principio, la lista de actividades era bastante amplia, pero como ya nos conocemos y sabemos que lo que más nos gusta es perrear, la cosa se ha ido reduciendo al Concierto, salir de fiesta, ir a ver la exposición de Anne Levovitz (nota cultureta de la visita), salir otra vez de fiesta y el fantabuloso Festival De Talentos, en el que tenemos puestas muchas ganas y que puede convertirse en todo un acontecimiento si sale bien.

Pues eso, que el jueves, si no se cae un trozo de escenario y si a la señora no le da por subirse a un cocotero y abrirse la crisma, estaré en el Calderón disfrutando de uno de los iconos de mi juventud. Joer, qué ilusión, hasta que no la vea no me lo voy a creer...

Llevaba ya un tiempo pensando en escribir un post recomendando Battlestar Galactica, mi nueva obsesión televisiva... Unos de esos aburridisisísimos posts kilométricos donde ahondo en el argumento, comento los personajes y básicamente me hago pis de la emoción ensalzando las grandezas de la serie...


Y pondría lo de siempre, vaya: que no hay que dejarse engañar por la imagen de típica serie de ciencia ficción con naves, robots y explosiones, sino es una arrolladora metáfora sobre el integrismo y el fanatismo religioso, que Apollo tiene una toalla, que el reparto es bastante bueno (con los premiados Edward James Olmos y la siempre exquisita Mary McDonnell a la cabeza), que retrata a la perfección la guerra del terror y la situación política mundial, que plantea interesantes dilemas filosóficos y morales o que es una serie que te engancha rápidamente con una trama osura y profunda, casi claustrofóbica.

No podría olvidar apuntar que la banda sonora es brutal (¡los cylon bailan al ritmo de Bob Dylan!), que la humanidad tiene un problema serio de alcoholismo y los cylon son todos unos jachondos, que la presidenta Roslin debe ser el mejor personaje femenino de la historia de la televisión y Gaius Baltar encarna el gusanismo elevado a la enésima potencia, o que Apollo tiene una toalla ... Ay no, espera, que eso ya lo he dicho antes... quería decir que comentaría también otros detalles como que Galactica es la responsable de que haya incorporado el palabro Frak! a mi vocabulario o la pechá de llorar me metí con el último capítulo... un coñazo de parrafada que solo me interesa a mí, para qué nos vamos a engañar.

Pero luego me he acordado de una escena de The Office donde el gran Dwight K. Schrute resume a la perfección mis impresiones sobre Galactica y que algún alma caritativa ha tenido a bien de subir a Youtube:

- ¿Sueles ver Battlestar Galactica?
- No.
- ¿No? Entonces eres un idiota.

Así de sencillo. Más claro el agua.

Pero como no me gusta terminar un post insultando al personal, mejor acabo con esa pedazo de versión que el compositor de la serie, un tal Bear McCreary, se marca de la guitarrera versión de Jimmy Hendrix del All Along The Watchtower de Bob Dylan:

Buscando por internet algo que ahora no recuerdo, me he encontrado con esto:













Se llama Amy, es inglesa, pesa más de 20 kilazos y mide cerca de metro y medio cuando se estira. La auténtica conejosauria. Y luego yo me quejo de que Conejis está gorda...



Visto en Tecnoculto.

Había una vez un chiste muy malo, malisísisimo, con el que nos partíamos de la risa:

¿Eres tonto o qué?
¿O qué?

El chiste alcanzó la categoría de mito cuando cierto señorito (cuyo nombre me voy a ahorrar, para no dejarle en evidencia) pareció no entenderlo y cambió la contestación a algo así como:

¿Eres tonto o qué?
Elijo qué.

Pues bueno, hay una tienda muy pija especializada en chocolates y bombones un poco más arriba de mi calle, y cada vez que paso por delante de camino al gimnasio, no puedo evitar acordarme del chiste y pensar:

Va a ser que mejor elijo té...