Primer post del 2009, y con este van 33 (diga 33). Puede parecer una tontería, pero para mi es todo un logro no haberme cansado del blog todavía y actualizarlo con relativa frecuencia. Bien por mí.

También me gustaría decir que en Nochevieja me lo pase pipa; hacia muchisisisíimo tiempo que no me reía tanto y, creedme, lo necesitaba. Como bien tuvieron en recordarme mis padres, que son muy simpáticos ellos, es posible que esta haya sido la última Nochevieja que pase con ustedes-vosotros en unos cuantos años...


Por ello y sin que sirva de precedente, porque estas cosas no se me dan muy bien, me gustaría daros las gracias a todos los que estuvisteis en la Academia el miércoles por la noche:

• a Albertillo, que estaba sembrao con sus pinzas y pinceles: "Esto es como el Tozudo: hay que ir poniéndole pinzas en el pelo a Rocío y si se de cuenta, pierdes".
• a Ropi, que tiene más peligro que una rubia con una botella de Ron-Miel y que nos dio una clase magistral de Lengua Española: "Mercaillo no lleva tilde... y sonsio y afoto tampoco. Amarrón si".
• a Inmaculada y sus nuevos ojos de gata... Ay, amiga, ahora comprendes por qué no soy muy amante del Rimmel.
• a Anisaki, desbordada con su problema con los lápices: "Me he sacao siete lápices del vestido". Y de lo otro no te preocupes, que nos pasa a los mejores.
• a Juanch, que siempre me sigue en todas las estupideces que hago, ya sea llevarme una nariz de payaso a una fiesshta o jugar al Piedra, Papel o Animalito.
• a Don Pablo, cámara en mano, y su dibujo del querubín haciéndole guarreridas al pobre pato indefenso. Las afotos las quiero ya.
• a Pau y Quique, por soportar los chistes sobre Raúl Cimas, y que espero que no se llevara demasiada mala impresión nuestra.
• a Javi, por dejarnos usar la Academia y poner a nuestra disposición una pizarra. Insensato.
• a Cami, Victor, Piki, Tito y básicamente a todos los que estaban allí, que eran muchos y con los que prácticamente no me relacioné porque soy así de marginal.
• Y por supuesto a mi taburete, en el que me senté a las 1:30 y del que no me levanté hasta por lo menos las 6 de la mañana.

Pues eso, que muchas gracias a todos.

Y ahora, como decían los Monty Python, vamos con algo completamente diferente: aquí os dejo para vuestro disfrute personal el .pdf del infame cómic basado en Indiana Jones que hice con mi primo Cristóbal cuando éramos críos y que os comenté en Nochevieja: Indiana Bear y La Maldición de Neferoso. Consideradlo mi regalo de Reyes anticipado.

La portada, a todo color. Tiembla Frank Miller.

Un par de aclaraciones: éramos críos. Repito, teníamos 8 o 9 años. Nos aburríamos muy mucho después de comer y estábamos obsesionados con Indiana Jones y el Templo Maldito gracias a aquel arcade de plataformas del 8086 de mi primo Antonio. Lamentablemente no llegamos a terminarlo... así que nunca sabremos en que consiste la Maldición de Neferoso. Lástima.

Indiana Bear es, como su propio nombre indica, la versión oso (ese tipo de oso no, malpensados) de Indiana Jones. ¿Qué por qué es azul? Pues porque está dibujado a imagen y semejanza del osito de peluche que yo usaba para dormir (quién, por cierto, se llamaba Poti-Poti, como el ¿dinosaurio? de Los Aurones). El argumento es complejo, tanto que no me veo capaz de decir de va; los diálogos son profundamente intelectuales (ese monje:"bla, bla...") y captan fielmente la esencia de los personajes (¡Tapón cecea!). Unos personajes que, por otro lado, están perfectamente desarrollados ("el de las gafas es un monje...").

Y qué decir de la calidad del dibujo: qué lineas más rectas, qué dominio de las perspectivas, qué manera de representar situaciones cotidianas completamente necesarias para el desarrollo de la trama (Indy afeitándose) y para nada gratuitas (ese pícnic en mitad del "desieto"). Y lo que nunca debe faltar: ¡acción a raudales! (Indy acostándose - Indy durmiendo - Indy levantándose). Grandioso.

Lo mejor de todo es que estábamos convencidos de que nos lo iban a publicar en La Voz de Almería, dónde trabajaba nuestro tío Jacinto por aquel entonces. Y es que los primos Castillo siempre hemos sido muy creativos: mi primo Jacinto nos ha salido gotiquillo y toca la guitarra en un grupo de black metal, a mi hermano ahora le ha dado por decir que le gustaría aprender a tocar el clarinete; mi prima "la zapatillas" siempre está encontrando nuevas y diferentes maneras de dar por culo y, por supuesto, Cristóbal y Yo, las dos joyas de la familia... solo diré dos palabras: Monteswalker.

Ea, a disfrutarlo. En mi casa todavía estamos riéndonos.

PD.- Este post está escrito con mi nuevo y flamante portátil, que los amables Reyes Magos de Oriente han tenido a bien de entregarme hoy. Adiós al ordenador de Los Picapiedra!!!!!!!