Mother mine, que mal rollo. Acaba de saltar la noticia de que Michael Jackson ha muerto hace apenas una hora en Los Angeles y que los sanitarios no han podido hacer nada para salvarle la vida. Joer, que mal rollo. Uno de los mitos de mi infancia, otro más que ha caido.

El Rey del Pop nos ha dejado, y con él se han ido Billie Jean, el ratoncillo Ben, la chica Liberiana, la guarrilla de Diana, y el extraño de Moscú...

Nadie nos recordará ya que no estamos solos, que no se preocupan por nosotros, que no hay que parar hasta conseguir suficiente, o que siempre podemos echarle la culpa al boogie.

Fuiste malo y peligroso, un criminal suave y un fantasma. Y aunque nunca tuvimos claro si eras negro o blanco o si saldrías del armario, nunca olvidaremos la manera en que nos hacías sentir.

Nos hiciste gritar, llorar y temblar miedo. Nos dijiste que nos largaramos, que te dejaramos en paz, para luego pedirnos otra oportunidad y rockear con nosotros.

Recordaremos los tiempos en que le cantabas a La Tierra y querías curar el mundo, un mundo que, para ti, eran los niños. Menudo follón liaste, amigo Jacko.

Y aún nos preguntamos quién eres, y dudamos sobre tu naturaleza humana, esa que se ocultaba tras el hombre del espejo. Pero la pregunta que a partir de ahora nos haremos es si estarás allí.

Te has ido demasiado pronto, y contigo, una parte de mi. Nunca podremos dejar de quererte, siempre rockearás nuestro mundo...

Os dejo el video de su primera actuación en solitario en televisión, la actuación que dejó boquiabierta a más de 46 millones de personas, la actuación donde bailó por primera vez el Moonwalk, la actuación con la que dejó de ser el pequeño de los Jackson Five para convertirse en el rey del pop: Billie Jean en el 25 Aniversario de la Motown.

Hoy hay sangre en la pista de baile, hoy ha muerto Michael Jackson.